Cosas que hacer en un largo y cálido verano...
Tormentas de veranoEl verano sólo tiene un denominador común: sofocos y no poco sol, aunque la gente suele experimentar gozo con lo del tiempo alargado que se traduce con las luces solares que duran y duran como las famosas pilas que salen por la televisión.....pero el verano, con tanta calor y sus consecuencias, también ocasiona el fenómeno de las tormentas... a menudo con una violencia fuera de lo común. Muchas veces ya se nota con el sol de la mañana, es doloroso si lo miras, está tapado por las grises nubes, pero igualmente es dañino y quiebra la sequedad, presentándonos a ese bochorno al que tanto deseamos alejar, incluso de nuestra memoria. El cielo ya está visiblemente medio tapado cuando nos sentamos a la mesa; hemos dejado el balcón entreabierto y apreciamos que una brisa que incita a la lluvia se acerca galopando de forma rápida. Salimos al balcón, miramos al cielo y sabemos con certeza que el “hombre del tiempo” se ha vuelto a equivocar. De repente, como un flash....pensamos que es el sol que lucha por salir entre las espesas nubes, pero nada de eso...un escalofriante ruido nos pone en cierta alerta. Cerramos las corrientes de aire y nos disponeos a ver las primeras gotas como sacuden el asfalto, el hormigón o levantan cortinas de polvo en los caminos...Cada vez caen de manera más rápida y más espesa....la cosa se anima y entonces empieza un importante concierto de relámpagos y truenos.... la lluvia es ya una cortina y la calle baja casi de ancho en ancho. Más rayos, más truenos y nos quedamos sin luz...aunque permanecemos hipnotizaos mirando la lluvia caer tras un fino cristal de balcón. Las tormentas, en verano, suelen ser rápidas, fuertes, abundantes, intensas...pero cortas. Bueno, esta fue larga, tan larga que la mañana siguiente amaneció tímidamente fresca, pero clara como los mares del sur que nos relató Stevenson. Poco a poco subieron las temperaturas tenazmente, presentando argumentos para una nueva tormenta de verano.
0 comentarios