LOS COLORES DEL VERDE
Un día me dieron una propina que perdí como la memoria de aquel sueño al despertar, sobre las sábanas limpias del caserío entre el prado, los picos emblanquecidos y el abrupto viaje de las aguas dulces por un camino sinuoso, abundante y febril. El día fue otra sorpresa y otra propina que afrontar bajo aquel cielo y conviviendo con todos los colores del verde.
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