LA VOZ DEL ABUELO.
Lo que más recuerdo es el frío que pasé. En las horas centrales del día buscábamos los rayos de sol como los lagartos en estío, pero ni nosotros teníamos tanta suerte. Si levantaba un poco el cierzo…entonces, estábamos perdidos el frío se clavaba a la cara y los ojos te lloraban, las lágrimas dolían y escocían, las manos dolían tanto que los dedos parecía que iban a partirse. Teníamos un trozo de tierra destinado a las deposiciones: los meados se congelaban en forma de pequeños lagos putrefactos y las deposiciones sólidas, aunque escasas , se acumulaban también congeladas, formando diferentes montículos que con el tiempo dejaban de oler, pero sin dejar de ser parte del relieve.Dormíamos envueltos en mantas, todavía la conservo y la llevo en las mañanas en que me apeo entre matorrales para cazar algo….han pasado muchos años, pero todavía es cálida. La comida no era comida era agua caliente sucia y con algún que otro tropezón de no me acuerdo qué…Los días en las trincheras eran tensos, incómodos y con alguna dosis de temor, sobretodo a quedarte dormido y que pasase lo peor…si tenía que morir, prefería morir despierto. Si los ratos transcurrían en el barracón aparecía el aburrimiento, el hastío y las ganas de conseguir unos segundos de intimidad…pero lo peor era dormir, sin dormir; descansar sin descansar….había como un sexto sentido que te hacía estar siempre en alerta, era miedo. Todo hasta que llegó el día en que el ataque de los otros fue incontestable. Resistimos, pero nos vimos forzamos a huir y cuando lo hicimos ya estábamos inmersos en una escapada desbocada y quebrada. El terraplén se hundió a mis pies y yo me convertí en una bola que bajaba a trompicones. Me quedé inmóvil y, poco a poco, me incorporé. Corrí dolorido para esconderme entre matorrales. Seguí huyendo y me apresaron cuando ya no podía aguantar el dolor de mi anterior herida, (la bajada por el terraplén la había abierto). Cuando me hicieron levantar los brazos….no me hubiera importado que me hubiesen disparado , sólo quería descansar.
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