Casa rota
La casa se rompió, quizás corrompida por los olores agriados del alcohol derramado. La gente estaba durmiendo felizmente, pero desparramada en las posturas más caóticas que podamos imaginar. Un perro, de nombre Ponche, lamía el vino de la bodega de “los Cano”....el pueblo estaba revolucionado por las calles saltando, cantando jotas, bebiendo y comiendo....los niños jugaban, más que nunca, a la suyas y los padres sucumbían a cierto desastre....algunos habían marchado, los pocos y otros lo vivían en la intimidad.
Algunos matrimonios yacían pegados de sudor cuando casi ni se acordaban y el sol se ponía más pronto que nunca.
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