EL CABALLO Y LA SOLEDAD
Erase una vez ,un caballo que vivía solo,comía solo y dormía solo....De todas formas, Tobías, así se llamaba el caballo, relinchaba y hablaba su propia lengua como un caballo cualquiera y a la hora que le viniese en gana. Tobías también sonreía y podía percibirse que sentía lo que pasaba a su alrededor mejor que cualquiera de nosotros. Simplemente ,Tobías, era un caballo con argumentos y con muchos sentimientos que esparcía al aire, como su amigo el viento con el que jugaba todas las mañanas, tardes y en algunas noches doradas por las estrellas....Pero llegó un día en el que Tobías conoció al frío pegajoso; ,la noche tapada y apesanumbrada; el calor sofocado que subió al amanecer de entre los polvos del suelo; el sol alto que le achiharraba los pensamientos; la boca seca y pastosa que no le dejaba articular ni una sola palabra del vocabulario....aquel día, por primera vez en sus años de latidos interminables, el caballo Tobías supo lo que era la felicidad y se sintió capaz de serlo.
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