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NIEBLA EN MAS DE LAS MATAS.

Aquel siete de Septiembre el pueblo se levantó rodeado de una espesa niebla....era un anillo blanco y sólo un poco translúcido al este donde el sol asomaba sus propios círculos amarillos y naranja. El amanecer estaba quieto, casi inmóvil...deshilachado y envuelto, como entornado, en un silencio que le daba nombre a las brumas como los gritos de una tierra desértica.

 

Aquella mañana de septiembre era fresca, pero tenía la calidez de la ilusión con la que las personas se acercan a ver como la naturaleza, cruelmente mutilada y maltratada....todavía tiene tiempo de mecernos en su belleza, tan inesperada como cierta.

 

La niebla además era artística, dibujaba su propio cuadro con su plácida sintonía de tonalidades, de formas y de maneras de palpar que la belleza existe, todos los días, delante de nosotros....sólo hay que querer verla.

 

 

Mas de las Matas, madrugada del 7 de Septiembre del 2008-

HISTORIAS FICTICIAS O NO

El puente sobre el río Bergantes.

Las aguas del Bergantes llegan a nuestras tierras desde la frontera de la provincia de Castellón transitando por lechos de piedra blanca que deslumbra bajo el sol hasta meterse, casi como una flecha, entre zonas más espesas de vegetación y más ricas de humedad. En este tramo atraviesan zonas de gran belleza como las que circundan al Puente del Arenal en el término de La Ginebrosa. Allí es fácil ver a pescadores cargados de paciencia o a impacientes bañistas bajo el sol del verano.

 

Este puente tiene esculpidas diferentes muestras del paso del fascismo y es que algunos condenados por el régimen de dictadura y represión que asoló la libertad desde aquel julio del 36 hasta la instauración de la democracia. Cumplieron allí castigo.

 

A veces paseando por la zona me pregunto qué y cuántas cosas habrán visto las piedras de este bonito puente....entonces algunos gritos jugando a un supuesto efecto de eco me devuelven, de golpe, a la realidad. Descanso o trato de descansar de mis fabulaciones y respiro la tranquilidad del lugar, pero las historias, ficticias o no siempre vuelven.....

 

Una gota de sudor, de aquel apretado verano, se deslizó, por la frente…por la mejilla y como en un alarde de libertad empezó a surcar el aire siguiendo el camino descendiente que le dictaba la gravedad de Newton. La gota llegó difuminada al río que transitaba, como en un paseo plácido en un cálido atardecer en el que las hojas que mece la brisa que viene del suroeste son como abanicos en un habitáculo reducido y sin ventilación. Un buen grupo de prisioneros de la guerra colgaban del puente o de su esqueleto, según se mirase. Hablaban por olvidar los desastres de la guerra o simplemente por hablar. Si la charla se prolongaba podían recibir un escarmiento, así que muchos susurraban o preferían callar. En verano hacía tanto calor que no apetecía charlar…los prisioneros estaban agotados y escatimaban esfuerzos, además se decía que las palabras se evaporaban con el calor; en invierno el intenso frío impedía charlar porque , además de congelarse las palabras el cuerpo se encontraba inmerso en una permanente contracción

Un abuelo de tantos.

 

Mi abuelo me contaba cosas, sobretodo aquellas que había podido ver, oír y tristemente experimentar...pero nunca me contaba historias. Les aseguro que hay una diferencia abismal. Así, mi abuelo me pareció siempre un hombre más bien triste...dominado por los recuerdos que eran una agria derrota arrastrada por el tiempo pesado y saturado de sotanas que olían a naftalina como aquel vino rancio del vecino que intentaba invitarnos de fiesta en fiesta. Aunque la risa no era cosa del abuelo.....podías sentirte agraciado con su compañía ...si estaba allí era porque quería estar; él no entendía de convencionalismos ni de interpretaciones; por eso aquella noche que vinieron a casa a buscarlo apartó suave y cariñosamente a las mujeres que formaban un muro humano que pretendían retener insultos y golpes. Él lo sabía y se presentó con la cara alta y la mirada aguda... casi, casi como un hurón. Se concentró en tragarse, hasta olvidar, unas palabras cargadas de dolor y a cada golpe la mentira invadía su mente hasta borrar el nombre de otro como él....a nosotros nos queda la alegría de saber que al menos ellos, los olvidados de mi abuelo, compusieron historias y pudieron sonreír.

El río que se desploma

XAIAS.

Cuenta la leyenda que un caminante experimentado hacia la capital de los peregrinos....al llegar a su sino geográfico emprendió andadura hacia el fin de la tierra, deseaba conocerla. Así, bajo una noche cálida de agosto se quedó dormido profunda y llanamente, como un niño agotado , después de una tarde de movimientos y adrenalinas.....Despertó y en su regazo reposaba su libro de huellas y sendas. Lo abrió por donde el punto de libro se leía algo que no recordaba si lo había escrito él: "...después de llegar a Fisterra, con el aliento fuerte, empecé a buscar Xaias....".

Al cabo de unos pocos días ,seguía leyendo emocionado: "...no sabía ni lo que era, pero unos ciudadanos hijos de las tierras que rodean la solitaria cabeza de Fisterra me explicaban que era un río tan atrevido y valiente que se mostraba grandioso, sin vacilo, desplomándose con una cascada al desembocar en el Atlántico....cascada humeante en verano, y como cristalina en los fríos húmedos de esta Costa da Morte; pero cuando surgió la palabra hombre en concordia con la naturaleza, los lugareños ensombrecieron su mirada y las lágrimas de emoción y devoción también se hirieron....El río Xaias es presa de un embalse que sólo liberaba ciertos recuerdos del Xaias en fines de semana y festivos. Una punzada recorrió el sentido y yo el caminante despertó bajo los mismos árboles y entre las estrellas que , ya un poco deslumbradas, se escondían en busca de otro horizonte ...pero en mi particular cuaderno de bitácora el nombre de Xaias se leía emborronado por una gota de agua, parecida a ésas que caen como las gotas de los ríos en las cascadas.....".

ELS VIATGES DE L´AIGUA

El viatge de l´aigua de la sèquia.

De ben petita anava al poble dels meus oncles a fer una mena de canvi d´aigües i meu passava molt bé; els oncles tenien un restaurant ; jo com a bona tafanera i personeta inquieta m´entretenia ajudant amb allò que em deixaven i menjant, quasi de manera convulsiva, les olives i el pernil salat que no es podia presentar, de bona manera, als clients. Avui, encara sont les millors olives i el millor pernil que he menjat mai.

Tots els matins, quan el sol s´assentava a El Reguers, anava a la sèquia que passava ben prop amb els veïns, la majoria eren ben adiestrats amb nadar i ficar-se a sota sortint amb un suspir i un somriure, com si res. Jo pensava que allò era quelcom paregut a la màgia, però el cas és que quan m´enseyaven a flotar i a fer el mort o moure´m per no enfonsar-me em sentia lliure..Així que aquella sèquia es va convertir un lloc on anava tots els dies, fins i tot plovent, i on vaig començar a perdre la por a l´aigua i a ofegar-me.

Moltes tardes els oncles m´enviaven amb els seus cossins i la canalla a la sènia que aquests tenien dins una inmensa finca... jo els considerava, per tot allò, rics i més en veure una bassa gran i amb abundant aigua;el primer dia estava una mica impresionada,però al cap d´una estona ja em trobava dins l´aigua, això sí agarrada a la pared per intentar acumular valor i poder experimentar com a la sèquia.....tot i que ací hi havia molta més aigua que agafava la forma de la bassa, era rodona...mentre que jugant al matí l´aigua experimentava una forma allargada, com una serp....

Un altre record que tinc de l´aigua que venia de viatge de l´Ebre era la font de la plaça d´aquest petit,però encisador, poble....Bé allí m´encantava anar a veure els peixos com circulaven donant voltes i voltes i com acudien quan els tiraves la part blanca del pa... Un dia, ho recordo com si fos avui, vaig anar amb el meu germà i amb un amic del poble...aquests van començar a animar-me a que entrés dins de l´aigua de la font i a tocar els peixos. Em vaig negar argumentant que els oncles m´javien advertit que no ho fera , però quan em van qualificar de covarda, no meu vaig pensar dues vegades. Em vaig traure les sabatilles i vaig entrar, amb tota decissió, a la font. No vaig poder ni acariciar ni un peix, però si que vaig ésser objecte de la mirada inquisitiva del batlle del poble. Al dia següent el meu oncle, això sí amb molt de tacte, em va recriminar, però no va passar res més...només que quan aplegaven les autoritats del poble m´amagava on estaven les olives, pernils i demés....allí no em veien i, a sobre, podia fer el tast. Mai més, com que era molt sentida, vaig totnar a entrar a la font....això sí, la sèquia i la bassa formen part, encara avui, dels millors dies de la infantesa.

Totes aquestes experiències no serien possibles si no fos per la xarxa de sèquies i canals que formaven part de la circulació que bategava des de l´Ebre.

 

Aquells dies amb les aigües de l´Ebre són com un viatge de la infantessa cap a tots els futurs que avui són presents en cadascun dels meus records i en molts moments del dia a dia...quan recordo la sèquia d´aigua fresca penso amb el riu Ebre que sempre està present amb molts membres de la familia....com la mare que m´explicava les sensacions en passar en tren pel pont del ferrocarril per Tortosa; el meu pare que m´explicava les lliçons de geografia i la vida dels rius , en especioal de l´Ebre o les contalles de l´avi que, de la mà, m´ensenya altres sèquies i canals per l´entorn d´Els Reguers.Aquests records no s´esborraran mai, com la sensació d´ entrar a la sèquia d´un riu fresc i de compendre, per primera vegda, allò que és estimar,per sempre, l´entorn on ens van parir.

IR A RINCONES QUE NI IMAGINAMOS.

PASOS EXPLORADORES DEL BARRANCO DE LUCO.

 

Rincones, estrechos, riachuelos....

Acercarse a Luco de Bordón es algo más que una grata experiencia, es algo que, aún con el paso de los días, se convierte en  inolvidable y más sabiendo que desde allí podemos dar un paseo que estimulará todos nuestros sentidos alentando a que alguna presumible sensibilidad vuelva a aparecer.

Paseamos entre estrechos que transforman las tonalidades de la luz; vislumbramos rincones inimaginables y paseamos; pasamos y  pasar entre piedras que son un pequeño riachuelo, lo suficientemente fértil como para hacer del paseo una especie de inmersión en otro clima, entre otros olores, por otras latitudes, con otras sensaciones. Lo mejor es detenerse y mirar, poco a poco, dando una vuelta de  360º....justo a nuestro cogote está lo mejor, entonces sonreímos y hasta podemos alejarnos de nuestro íntimo y particular mundo con sus ruidos.

 

En este trayecto nos encontramos con una Ermita, la de Luco y con lo que debió de ser una hospedería..... ¿cuántas personas habrán cerrado los ojos para imaginarse ese entorno montado como una especie de “tente”...?. Los más inquietos se mueven entre las piedras como lagartijas errantes.....como campeones de una carrera sin tributo....pero el caso es que  inspeccionan despertando su curiosidad y su imaginación entre los restos que algún  día eran habitados...allí donde todavía se  oyen y habitan los latidos insufribles de visitantes, lugareños y algunos costumbristas...por no hablar de los curiosos o de aquellos que se acercaban allí para, simplemente pensar con otros aires. Desde allí recuerdo que podemos continuar nuestros pasos de hoy  hacia otra de las pequeñas joyas del Maestrazgo, se trata de Bordón, pero esa es otra historia, seguramente escrita en otra página de nuestro furo que recorre los rincones, todos, de nuestra propia tierra. De momento y por entonces retomamos nuestro paseo de retorno a Luco por el mismo camino por el que hemos subido.....está claro que bajando vemos y disfrutamos de otro paisaje  dentro del mismo que ya habíamos contemplado momentos antes...

 

Llegamos al pueblo, damos sólo una vuelta y nos prometemos volver...aquel rincón vale la pena de manera especial, hay un silencio parecido al que soñamos en días de tempestad. Encaminamos nuestro coche, hoy más bien parece un mítico Rocinante de hierros y tecnologías. Éste se dirige incansable hacia un lugar conocido como la Menadella

 

La Menadella

Bien, es un lugar casi insólito donde en ningún momento nos cruzamos con nadie ni vimos a nadie,pero sentimos muchas sensaciones: tranquilidad, pero hay allí un cierto desasosiego por aquellas cosas que nos producen cierto  miedo de no saber qué o por qué...eso era lo peor. Me recuerda al desasosiego que me producía “esmolador” (afinador de cuchillos, tijeras…) cuando nos visitaba al pueblo y a mi alrededor se susurraban historias que algunos querían o preferían  sepultar; pero  todavía nos visita cada vez más refinados en su sintonía….el último que tuve el placer de oír fue aquí en Mas de las Matas improvisando sintonías y demás.

 

El pilón de San Joaquín, su humilde Ermitorio

Otro lugar inhóspito, pero que seguro debió significar algo, es el pilón de San Joaquín y su pequeña, pero muy cuidada (casi coqueta) Ermita, al parecer muy bien cuidada. Maldigo, sólo parte de mi suerte (una vez más) al dejarme olvidada la cámara fotográfica en el portal de la casa….gracias que una tiene buenos vecinos y que además se niegan terminantemente a cobrar en algo o algo e incluso, casi, a que les des las gracias……de todas formas no volveré, si puedo, a olvidarme la cámara, estaba muy bien aquel lugar lejano y próximo a la vez. Me gustará volver algún día

 

Los contemporáneos de Don Quijote de la Mancha.

Don Quijote habría tenido que tranquilizar un poco a Rocinante, después de tranquilizarse mucho más él con la visión de aquellas aspas atadas a lo alto de un palo por un nudo que no podía definir.....además el ruido era raro y molesto para sus 

viejos oídos cansados. Hubiese deseado que estuviese allí su fiel escudero Sancho, pero éste era tan “amante de la buena mesa” que sufrió una seria indigestión la noche antes de emprender el viaje de ida; aquella madrugada el caballero embutido dentro de su armadura de latón emprendió viaje, mientras tanto todavía podía oír: la promesa de que él mismo sería el  que acortaría por delante para acabar encontrándose  en algún lugar del camino. Alonso Quijano reía sin entrar en la carcajada y cabalgó aquella tarde hasta la caída del sol  y cuando éste  se fundía  vio como otra llama nacía del suelo….era el fuego con la que su escudero preparaba otra suculenta cena reparadora. ¡Qué bueno era volver a la normalidad!.

Dando rodeos,de pie y moviéndose.

Un rodeo en una tarde de Abril.

 

Esta es la crónica de una tarde apacible de Abril en la que iniciamos una especie de aventura, sabiendo siempre dónde estábamos y yendo bien preparados.....el caso es que hacía un buen tiempo que mirábamos, desde otros paseos y exploraciones, al largo palo hincado, apuntalado y asegurado  para medir las influencias del dios viento. El caso es que debíamos dar algo más que un rodeo para llegar a lo alto de la colina y desde allí poder ver toda la depresión de Mas de las Matas, con toda su particular grandeza....diferenciando el verde cereal ya casi adolescente y vistoso de los campos que esperan la siembra, más adelante, del maíz y que de cerca casi siempre parecen como abandonados tras la siega. Después están las huertas....las del Mas de las Matas sin los peculiares “masicos”, pero con alguna vistosa casa de campo; es peculiar comprobar cómo la huerta de Aguaviva está plagada de “masicos”.  Me explicaban en mis primeras andadas por estas tierras que esto era porque los campos de Aguaviva caían mucho más lejos que las del Mas y entonces cuando iban a su  conreo  lo hacían, muchas veces para más de una jornada. El “masico” era un pequeño hogar mientras que los masinos y masinas hasta podían permitirse el lujo de irse a sus casas a comer. Hoy en día este particular “lujo” se lo pueden permitir todos.

Partimos desde el término de Aguaviva, ya que nos acercamos al Molinico y  nos dirigimos para enlazar con el GR-5. Allí andamos unos metros hacia Aguaviva, pero pronto nos metemos por un camino que nos lleva hacia arriba hasta que los caminos y  las sendas desaparecen y nos encontramos subiendo y subiendo......parándonos, de vez en cuando, para ver lo precioso que es aquello que cada día tenemos y que casi cada día ignoramos. Más arriba y más arriba.....como podéis imaginar la piedra en muchos tramos era suelta, así que pensaba más en bajar que en subir......al fin llegamos a lo alto. Allí descansamos y sobretodo disfrutamos de las diferentes y sugerentes panorámicas.  Buscamos bajar por una ladera que se acercaba más al Mas y la verdad es que lo hicimos sin tener grandes dificultades...hay que parar más cuenta donde se ponen los pies. Llegamos de nuevo al GR, justo al lado de una de las estacas que lo indican y anduvimos, dando un rodeo, desde a la Masada del Juaco al Molinico.

Una inolvidable tarde de Abril.

No se me ocurre ni el título

El mundo va y viene como yo.En cuestión de segundos las nubes Precen y se enmarañan....se ponen de colores tristes ,aunque a veces dibujan lienzos que nos encaraban en la belleza,pero entonces aparece el viento y lo esparce todo....hasta parte de mi frágil estabilidad......y ya  no me quedan ganas de escribir.

De la guerra y la paz nikosianas

  Guerra y paz interior. Nos asusta la guerra como fenómeno  del extrarradio y como fenómeno que no podemos dominar, pero a nuestro proceso interno de aprendizaje le suele apasionar, sobretodo si la guerra se desarrolla en el interior….se dice que entonces apreciamos la paz más mínima y que engrandecemos de sentido la paz que se eleva grande y poderosa…..reforzada por las diferentes y variables batallas de una guerra interna que daña queriendo y sin querer. Digo lo de “sin querer”porque pienso que la guerra es fruto de la inconsciencia, aunque todos sabemos que muchas inconsciencias no son tan negativas. Las guerras internas se suelen equiparar a los momentos difíciles, pero a menudo me he encontrado con mortales que me explican que en las guerras internas basan su razón de seguir adelante….creo que son seres muy positivos porque leen bellas sintonías desde lo más recóndito, desconocido y temido…..además deberíamos pensar que no todas las guerras vienen desatadas por lo más negativo

Las guerras y sus sucesivas paces o al revés han sido fuentes de creaciones de todo tipo, muchos maestros del pincel impresionista nos lo recuerdan con sus tonalidades; muchos poetas y escritores nos han acercado a maravillas escritas como consecuencias de las luchas internas y de las conquistas de la paz.

Me levanto y avanzo sobre la estantería de madera. Suspiro al imaginar el tacto del libro que busco. Lo encuentro y sonrío, he ganado una batalla interna….otra de tantas. Me acomodo y me dispongo a leer lo que buscaba:

 Se rompió algo..

Entre los deseos

Y los finos resultados,

Cargados de realidad

Resultaba que la realidad no era como la deseaba

Se había roto en aquella lejana batalla

Entre el peso y la razón

Entre el espacio y el vértice

El pensamiento 5º

Estuvimos a punto de reconocer nuestra valía, pero entonces pisamos el suelo con los pies de la realidad.

Cuarto pensamiento

La muerte, aún anunciada, nos sorprende en el interior de unas vísceras que no creen en nada desde lo inexistente.

Un tercer pensamiento

Las palabras se escibieron con el verbo andar.

Segundo pensamiento

Ojalá toda la tristeza se pudiese escribir,sin vivir.

Un pensamiento. 1

Los dedos se posaron en los labios. La acariciada cerró los ojos y una lágrima se deslizó por su mejilla....todo antes de morir.

Cosas para contar

Todo se calló porque le era imposible hablar....entre la tempestad de aquel triste cielo que amenazaba tormenta de aire y cristales de agua helada. Entonces apareció él y su cara se relajó.....En realidad, se alegró...hasta morir sus enfados, disfrazados de espera, previos y latentes.Tomás me acarició la mejilla. Nos envolvimos en caricias y en  el sudor de los poros que no se cansaban de acariciar la otra piel. La tempestad de cristales también hacía el amor con un aire frío y fuerte. El retorno de su pálpito, entre aguas que dolían fue recordada por todos en la aldea...aquel día ganaron los buenos y perdieron los peores candidatos a repetir estancia en la vida.

Un lugar donde poder vivir

El camino terminó....allá donde la llanura se perdió. El extenso valle se oprimía entre marismas de un color indeciso. ¿Azul o verde? El niño lo contemplaba desde su balcón y su balcón ofrecía nuevos cimientos para aumentar sus interrogantes que alimentaban una curiosidad fecunda. Casi ni pestañeaba porque su curiosidad era fuerte, recogida en un regazo. Cuando el cielo se fue cerrando él iba animándose....sus ojos se abrían aún más y solía emitir, descifrando… trabajosos suspiros de admiración por el mayor espectáculo del mundo. Las gentes volvían a casa y las luces amarillentas con rasgos rojizos se sentaban entre conversaciones ataviadas de ilusiones cálidas...El niño cerró su ventana, encendió su luz y abrió un cuaderno de texturas tan diferentes como sugerentes. Alternaba escritura a colores con dibujos al carbón. El día, sus días, quedaban allí calcados, sellados y expectantes por seguir la trama.

Frutos del viejo orfanato

Las niñas del viejo orfanato sufrieron la indeferencia y el podrido sentimiento del que piensa que puede que hayan hecho algo para estar allí…en una casa grande y fría, desmoralizante y distante. Las niñas ya no se sentían mal. Se  sentían tristes y abatidas. Creían  que la infancia era para reír jugando….Pero el tiempo estaba a su favor porque aprendían mientras esperaban, con su forzosa salida, que un aire nuevo les esperaba. Interrogantes y dudas, muchas dudas….entonces aparecieron esos días y en el camino de la reja se cruzaron los que llegaban en un día de otoño que amenazaba frío. Todos se escondieron en sus madrigueras y con el tiempo algunos descubrieron que no todo era tan diferente  que siempre todo puede mejorar como empeorar…ocultándose en el olvido.Todo seguía porque el tiempo era lo único que siempre iba adelante sin volver la vista a tras, sin conocer la añoranza.

Cocinar

Miró cómo hacía la comida. Lo hacía entre el más puro de los silencios. Le gustaba ver cómo el aire se contagiaba de una especie de aurora boreal….aunque todos sabemos que en el Mediterráneo no existe aquello que debería verse para conservar la alegría en el vivir. En realidad había tantos días aburridos que miraba la cotidianidad de las tareas de su madre y cerraba los ojos para respirar una libertad divertida, la que le enseñaba su abuelo en los días más cortos….entre otras cosas aquella tarde aprendió que en los lugares con aurora boreal, se soñaba con bañarse en un mar azul, transparente y cálido….

Obsesión y polvo.

La casa estaba aseada, pero el desasosiego de ella no se conformaba, tenía un miedo especial a las avalanchas de polvo. Aseó sus ropas, llenó la despensa y el frigorífico….no se oía nada más que el silencio de la soledad. Cogió  el teléfono y se dejó caer en el sillón, respiró hondo….para acabar suspirando, su gente no estaba donde ella pensaba. ¿Habían quedado?, ya no se acordaba, había pasado mucho tiempo….tanto tiempo que no recordaba la voz que le llamaba para compartir juegos en el río. Sin embargo su cabeza le decía que había una voz. Estaba cansada, tremendamente cansada….el fuego había tomado fuerza, mucha fuerza y la casa se había eternizado de latido en una aldea solitaria, escondida y aún triste.

Comida

La noche negoció con el paladar unas variadas ensaladas; después se inició aquella especie de ceremonia con el agua, el fuego, las manos cuidadosas, los movimientos armoniosos….el sentido del olfato….la dosis exacta o casi exacta…la mirada de la complicidad y el ingrediente que sólo ella sabía. Las hierbas era, muy a menudo de sabor tan diferentes como distante….nunca eran lo mismo porque los momentos tampoco lo eran. Los tiempos eran diferentes y el momento íntimo también. Hacía frío y apetecía una taza humeante mientras se veían imágenes desmembradas en la tele, se oían voces saliendo de un aparato negro y cansino o se leía cualquier cosa con palabras….algunos se levantaban y contemplaban, otra vez, los cuadros compradas en la única tienda del pueblo. Incluso algunos días los álbumes de fotos eran ojeados y manoseados con cariño. Las hierbas se sumían en un calmado silencio entrando en el cuerpo tembloroso para templarlo.Mañana sería otro día.